La COVID-19 y el aprendizaje en línea en Ontario, Canadá
Por Gary Fenn (OSSTF/FEESO)*
Traducido por Flor Montero
El 14 de marzo, a tan solo unos días del cierre de las escuelas en Ontario, el gobierno provincial introdujo un plan de aprendizaje en línea que exigía que el magisterio siguiera trabajando con el alumnado; pero dicho plan venía con muy poco apoyo. Tanto los consejos escolares como el equipo catedrático debían usar sus propios aparatos para llevarlo a cabo.
Las autoridades conservadoras promocionaron su plan de enseñanza remota como “educación continua”; pero en realidad era una medida de emergencia. Se empeñaron porque las sesiones fueran transmisiones en vivo simultáneas, en lugar de permitir que cada quien trabajara a su propio paso con sus tareas, de forma asincrónica.
Mientras el gobierno de Ontario, como muchas otras provincias, alababa su capacidad de entregar educación remota de alta calidad a nivel provincial por medio de las herramientas en línea; lo que descubrimos fue que muchos estudiantes se desacoplaron de las clases remotas conforme las desigualdades se iban haciendo palpables, hecho que se exacerbó al transferirlo todo a un formato completamente digital. El estudiantado carecía de conexiones estables al internet, o no poseían los aparatos necesarios. Además, había quien desconocía el uso de las herramientas que se usaban para las clases, y quien no tenía el espacio para estudiar en casa, junto a sus padres, que también se vieron forzados a laborar desde el hogar.
El profesorado, lo mismo que el personal que apoya a los estudiantes con necesidades especiales o que brindan apoyos de salud mental, tuvieron que hacer malabarismos para equilibrar sus vidas profesionales y personales. Al igual que muchos de sus estudiantes, hubo quien no contaba con un buen internet, especialmente en las zonas rurales y al norte de la provincia, por lo que las funciones de livestreaming para conectarse para la clase (Zoom, Microsoft Teams, etc.) fueron un reto. Además, muchos y muchas tuvieron que hacerse cargo de su propia familia, confinada en casa también. El personal pedagógico tuvo los mismos problemas que sus estudiantes en lo referente al acceso a la enseñanza en línea. Pero a pesar de los obstáculos, pudieron ofrecer oportunidades de aprendizaje creativas, bajo las circunstancias más difíciles.
Sin embargo, por mucha buena voluntad, esta es una situación de emergencia que no está a la altura de la experiencia de aprendizaje real, frente a frente en un salón de clases. Si bien es cierto que entre el estudiantado hubo quien perseveró durante la experiencia, hubo mucha desconexión de la enseñanza, o sufrimiento por ella. A pesar de los evidentes retos, el gobierno de Ontario siguió su campaña publicitaria para promover lo bien que iba su plan y como cada estudiante debe tener acceso a las herramientas de aprendizaje en línea.
El gobierno de Ontario continua usando la pandemia para promover su agenda de aumentar las oportunidades de educación a distancia a los niveles de educación media, lo que aumenta la amenaza de una mayor privatización de la educación con financiamiento público. Este problema ha surgido en la última ronda de negociación colectiva entre el gobierno, las juntas escolares locales y los sindicatos. El gobierno de Ontario declaró que todo el alumnado debe completar CUATRO materias en línea, conocidas como los cursos de e-Learning, para poderse graduar. Los sindicatos presionaron para que esta propuesta se negociara, y las asociaciones de padres han objetado a este cambio en los requisitos de graduación.
Aunque el gobierno de Ontario tiene el poder de cambiar los requisitos de graduación de forma unilateral, la presión pública lo obligó a cambiar de plan. Ahora solo son obligatorios DOS cursos de e-Learning, pero hay opciones para exentarlos, como el consentimiento de los padres o la recomendación magisterial. Cabe mencionar de que antes que este plan sea plenamente implementado, habrá una elección provincial en Ontario.
En conclusión, muchos gobiernos provinciales de Canadá han intentado promover la educación en línea durante la pandemia como una verdadera alternativa al salón de clases; aunque la experiencia de padres, estudiantes y del magisterio haya sido contrastantemente diferente. No obstante, las autoridades siguen usando a la pandemia como una oportunidad para promover un aumento permanente de la enseñanza digital, lo que aumenta el riesgo de una mayor privatización de la educación. El gobierno de Ontario ha comenzado por ese camino, con un mayor número de cursos en línea, y otras provincias están siguiendo el ejemplo. Se va a requerir una presión pública significativa para que las autoridades dejen de pensar en la educación solo en términos de costos, y la reconozcan como una inversión para el futuro social y económico del país.
* Federación de Maestros de Escuelas Secundarias de Ontario – OSSTF/FEESO.